Arquitectura y luz. En un tema tan recurrente en arquitectura como complejo y apasionante, no puedo sino comenzar el artículo refiriéndome a Louis Kahn:

«El sol no supo de su grandeza hasta que incidió sobre la cara de un edificio»

El contraste entre lo construido y lo no construido produce una tensión que, cuando se equilibra por medio de la luz y de la opacidad que genera su ausencia, desemboca en una sensación de sosiego y tranquilidad. Presenciar el amanecer entre la arquitectura brutalista y rotunda de Louis Kahn en el Instituto Salk de Ciencias Biológicas supone todo un reclamo al espiritismo y una oportunidad única para la reflexión y la contemplación.